Por Marc Mesa
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28 oct, 2023
Casablanca es como un sorbo de café árabe, fuerte, lleno de contrastes que despierta todos los sentidos. La llamada a la oración de la mezquita me despierta con los primeros rayos de sol acariciándome.
Aquí, la vida se desenvuelve con una energía frenética, donde lo tradicional y lo moderno se entrelazan. A medida que avanzamos hacia la medina, los tonos de color pastel inundan nuestros ojos y el bullicio de las calles nos envuelve;
Nos sentamos en un café tradicional llamado Cafe abd Moumen y recuerdo las palabras del poeta palestino Mahmud Darwish: 'El café no se bebe de prisa, el café es hermano del tiempo, se bebe despacio, el café es el sonido del gusto, el sonido del olfato. , el café es meditación y penetración en el alma y los recuerdos.