El silencio de Al-furkan
Reportaje de investigación
El silencio de Al-Furkán: dentro de la mezquita antes del 17-A.
Lo que empezó como un reportaje sobre mujeres convertidas al islam derivó en una investigación marcada por el 17-A, tras los atentados de Las Ramblas de Barcelona y Cambrils en agosto de 2017. Durante semanas, antes del ataque, conviví en el oratorio Al-Furkán: participé en rezos, asistí a clases de islam y llegué a interesarme en “convertirme” ficticiamente como parte de mi trabajo de inmersión para comprender mejor su mundo. Lo que encontré fueron silencios y recelos: algunos miembros de la comunidad mostraban incomodidad ante mi presencia. Tras la tragedia, el nombre de Abdelbaki Es Satty marcó todo; la mezquita abrió sus puertas para defender su fe, mientras mis fotografías del día a día adquirían un nuevo peso.
Al-Furkán también representaba integración —algunas entidades independentistas plantearon impartir clases de catalán—, tambien teorías conspiranoicas en torno al CNI que nunca se demostraron. Entre la apertura y los silencios, quedó una crónica de fe, sospecha y frontera social.
Fachada del oratorio Al-Furkán, en Vilanova i la Geltrú, vista a través de una valla. Un espacio de fe que, tras el 17-A, quedó marcado por el recelo y la sospecha.
La entrada del oratorio, repleta de zapatos, símbolo del respeto al espacio sagrado y de la vida comunitaria.
Rezo en la mezquita Al-Furkán, documentado meses antes del atentado del 17-A. La presencia de la cámara era tolerada, aunque con cierto recelo.
Un fiel lee el Corán en silencio durante un momento de recogimiento en la mezquita.
Habitación donde supuestamente vivió el imán Abdelbaki Es Satty durante meses antes de trasladarse a Ripoll, donde más tarde se radicalizó.
Aula de la mezquita Al-Furkán, donde meses antes del 17-A se impartían clases de árabe y religión. Algunas entidades quisieron usar este espacio para promover la lengua catalana y acercar la comunidad a su proyecto político del independentismo.
Comida comunitaria tras la oración del viernes, el día sagrado para los musulmanes, en la mezquita Al-Furkán, estas reuniones simbolizaban hospitalidad, fe y vida en comunidad.
Fiel realizando las abluciones rituales en la mezquita Al-Furkán, un acto de purificación previo a la oración.
Túnicas para la oración y utensilios de ablución en la mezquita Al-Furkán, reflejo de la preparación espiritual previa al rezo.
Colocando las alfombras para el rezo, orientadas hacia La Meca, como marca la tradición islámica.
Fieles en oración en Al-Furkán, comunidad que, tras los atentados, sufrió rumores y teorías no confirmadas sobre supuestos vínculos con el CNI, todos ellos desmentidos por la investigación oficial.
El imán Abdelbaki Es Satty, señalado como cerebro de los atentados, había vivido en Vilanova i la Geltrú y mantuvo contactos esporádicos con el CNI, sin llegar a ser informante, según confirmaron las autoridades.
Entre la fe y el silencio, algunas respuestas siguen sin llegar. La luz del oratorio deja la última palabra al tiempo.
El silencio por dentro
Un recorrido visual por el interior del oratorio Al-Furkan. Espacios de oración, aulas y pasillos que fueron testigos de fe, integración y también de silencios que marcaron la crónica posterior al 17-A.