
LOS OLVIDADOS
Galardonado premio Clic fotoperiodismo Joven - Visa Off Perpinyà 2015
Finalista en la Beca La Vanguardia - 2016
Olvidados: retratos de una soledad invisible.
Olvidados retrata la vida de una familia china en Barcelona, donde las mujeres trabajan en locales de masajes y otros empleos precarios para sostener el hogar, mientras los hombres cuidan de la casa y de los hijos.
Con una mirada intimista, este reportaje revela una realidad marcada por la soledad y la resiliencia, pero también por la dignidad y los lazos invisibles que los mantienen unidos. Más que documentar hechos, busca transmitir las ausencias y silencios que definen su historia.
Este trabajo fue reconocido con el Premio Fotoperiodismo Joven y finalista en la Beca de Fotoperiodismo La Vanguardia, como testimonio visual de vidas que rara vez ocupan titulares, pero que merecen ser escuchadas..
Juan’ (nombre ficticio) enciende un cigarro frente a la vivienda compartida donde reside con otras familias migrantes.
En una cocina diminuta, ‘Juan’ cocina mientras otro compañero limpia. El espacio reducido refleja la convivencia forzada y la intimidad compartida.
Las manos de “Juan” sumergen el arroz en agua turbia. En ese gesto rutinario, casi mecánico, se concentra la esencia de la supervivencia diaria. El alimento básico se convierte en símbolo: sostener la vida desde lo más sencillo.
En la mesa estrecha del comedor se repite siempre la misma escena: platos sencillos, pocas palabras y el silencio de quienes cargan con la distancia. La comida no solo alimenta, también recuerda la ausencia de las mujeres que trabajan fuera del hogar
La hija de Juan crece en un espacio reducido, compartido con toda la familia. Su infancia transcurre entre paredes que apenas dejan lugar a la intimidad.
En un rincón del patio, Juan se refugia en la lectura. Entre paredes desgastadas y rutinas compartidas, los libros se convierten en un respiro frente al ruido de la precariedad.
Entre paredes descascaradas y puertas que apenas se sostienen, la vida transcurre detrás, difusa, como si no mereciera ser miradas.
IUn peluche olvidado en la repisa. Testigo silencioso de una infancia interrumpida y de un hogar que resiste entre recuerdos y ausencias.
Un pasillo estrecho y gastado conecta las habitaciones. Espacio de tránsito, donde cada huella en el suelo revela el peso de las vidas que conviven en la sombra.
Una mesa vacía bajo la luz tenue. El silencio de la escena habla más que las palabras: el eco de quienes están y de quienes ya no están.